La cantante ganó en todas las categorías en las que estaba nominada, incluyendo el disco del año, por "25". Le siguieron Beyoncé, David Bowie y Chance the Rapper. Hubo grandes shows de Lady Gaga con Metallica y The Weeknd con Daft Punk. También homenajes a Prince y George Michael.
Una noche llena de música, color y emoción. La entrega de los premios Grammy dejó grandes momentos musicales y coronó a una gran ganadora: Adele. La británica estaba nominada en cinco categorías y ganó en todas, gracias a su tema "Hello" (Canción del año, Mejor actuación solista, Grabación del Año) y a su disco 25 (Mejor Álbum Pop y Álbum del Año).
Emocionadísima, recordó que en la entrega del año pasado estaba embarazada y que la maternidad le cambió la vida, y le agradeció a Beyoncé por ser su inspiración. Además, cantó en la apertura y le rindió homenaje a George Michael. Beyoncé, David Bowie y Chance the Rapper le siguieron entre los más ganadores.
Entre lo más destacado estuvo la cruza entre Lady Gaga y Metallica, que hicieron "Moth into Flame" en un escenario lleno de llamas, con algunos problemas en el micrófono de James Hetfield y con la cantante haciendo mosh sobre la gente, la performance de The Weeknd con Daft Punk (que no se presentaban en vivo desde 2014) tocando "Starboy" y "I Feel It Coming", y la actuación de Katy Perry con Skip Marley (estrenó el tema "'Chained to the Rhythm").
Además del tributo accidentado a George Michael, también se recordó a Prince (por su exbanda The Time y un Bruno Mars súper encendido) y a Bee Gees (por Little Big Town, Demi Lovato, Andra Day y Tori Kelly). Otro pequeño homenaje lo rindió Blue Ivy Carter, la hija de Beyoncé y Jay-Z de cuatro años, a quien se la vio entre el público vestida como Prince.