En la era del confinamiento, el deseo insaciable de la juventud de
reunirse y enfiestarse enfrenta nuevos retos. En Alemania, uno de los países líderes
en música electrónica y formas de imaginar el futuro, nos han dado una pista de
lo que puede ser el futuro de los raves, electro-party o fiestas electrónicas.
Hace unos días en la ciudad de Schuttorg, cerca de Holanda, se
llevó a cabo el que han llamado el primer rave "drive-in", en el que los asistentes
presenciaron a un DJ poner música en un escenario con luces estroboscópicas,
mientras ellos seguían el evento desde sus autos.
El evento fue organizado por el club Index y obligó a los asistentes a que
hubiera sólo dos personas máximo en los vehículos. Participaron alrededor de
doscientas cincuenta personas que se unieron a los beats de diferentes
DJs utilizando sus propias luces y sus cláxones para darle feedback al DJ de lo
que estaba pasando y crear una sensación de identidad.
Sin duda, la industria de las fiestas y los conciertos será una de las más
afectadas en el siguiente tiempo, y algunos creen que este tipo de eventos
pueden ser una estrategia para mantenerse a flote.
La escena del auto-rave, un tanto
futurista y hasta distópica, recuerda los mundos tecnodecadentes de J.
G. Ballard y de manera extraordinaria la genial película Holy
Motors, donde se
revela que los autos están vivos y tienen una naturaleza erótica.
Fuente: pijamasurf.com