Santo Domingo, República
Dominicana.- CDN, publicó varias entrevistas sobre el reconocido empresario Ramón Báez Figueroa, y una en específico que relata
su experiencia en la cárcel de Najayo Hombres, me llamó la atención. A ella me
referiré observando de manera reflexiva su relato durante su estadía en
prisión.
El señor Báez Figueroa, describe humildemente con mucha valentía y soberanía, el cambio
que significó para su vida las pruebas que experimentó en el dia a dia durante
su estancia en reclusión, lo que para su status debía ser un proceso de transición
doloroso y angustioso. En cambio, expresa que decidió afrontarlo, aprender lo
que estaba destinado y sacar lo mejor de la lección.
Entre sus reflexiones narra la forma como percibe la vida antes y después de la
cárcel. Un cambio de existencia y frecuencia vibratoria emocional que lo marcó
en lo más profundo de su ser y que de seguro marcará a otros que conocen su
historia y tengan la oportunidad de ver su entrevista en CDN (Buscar en
Youtube).
Es de conocimiento
generalizado en nuestro país que en su época de “gloria” económica y opulencia a la vista pública,
era “idolatrado$$$” donde quiera que se movía; las miradas de todos sobre él;
Su presencia era el centro de atención y eclipsaba a todos los “mortales” en
todo tipo de actividades, eventos y celebraciones públicas, privadas o
religiosas.
Ver la persona transformada hoy dia puede suponer dudas y es normal, pero sus palabras
expresan un sentir genuino. El tiempo será el juez.
Su experiencia es el reflejo de una profunda transformación mental y emocional,
difícil de superar para una persona que vivió una vida de placeres terrenales
transitorios y la vanidad a niveles que para el 98% de los dominicanos podría
tipificarse como una fantasía.
Su breve, pero conciso relato transciende los límites de la sociedad dominicana
y quizás sin saberlo profundiza en enseñanzas místicas y divinas arcanas.
Nos transporta a
hechos, reflexiones y principios milenarios que buscan ese despertar de
consciencia que siempre eludimos al preferir vivir una vida de esclavitud
dentro de la burbuja de la “libertad”. Cito algunos de ellos:
“Algún dinero evita
preocupaciones; mucho, las atrae”, Confucio.
“No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita”, Buda.
Este es digno de enmarcar. Alejandro III de Macedonia, el rey Alejandro Magno.
Tomando de referencia el principio de Confucio, Alejandro, un hombre de poder y
el más importante de su época, tenía muchos enemigos y
sabiendo, obviamente, que en el cualquier momento la muerte (murió a los 33 años), podía
visitarle, reflexionó, reunió a sus cercanos, generales, médicos y les pidió:
1.- Su ataúd debía ser portado en procesión hasta la tumba por sus médicos.
Indica que cuando la muerte llega ni los mejores médicos pueden vencerla,
salvarte.
2.-
Todos
los tesoros que había acumulado en sus 13 años de “conquista” (oro, plata,
piedras preciosas, joyas…), debían ser esparcidos por el camino que lo llevaba
a su tumba. Esto expresa que cuando uno muere todo se queda.
3.- Sus manos,
las de Alejandro Magno, debían quedar fuera del ataúd y a la vista de todos.
Ejemplifica que cuando uno muere se va con las manos vacías.
Las frases de Confucio
y Buda, hacen honor a las experiencias de vida del Sr. Báez Figueroa y como la
percibe tras salir de la cárcel. Así mismo, hace referencias a los deseos del rey
Alejandro Magno.
En su testimonio
expresa que no le guarda rencor a sus “amigos, socios, relacionados....”, que les
traicionaron y les dieron la espalda. Al contrario, expresa gratitud y compasión
por ellos. Un acto de bondad y nobleza que lo engrandece como ser humano.
Renacer es un es un reto mental y emocional complejo y doloroso, pero más aún
lo es domesticar el ego, un “amiguito” seductor e ilusorio muy traicionero.
Y no es un secreto que
poseer solvencia económica y contar con un importante patrimonio de bienes
diversos es liberador y la libertad parece ser su elección. El dinero, las
posesiones, el poder, el status y los cargos políticos, son áreas, activos a los que nos aferramos
celosamente y con su accionar causa la impresión de que Báez Figueroa, ha elegido
la riqueza del refinamiento como ser humano, la libertad de pensamiento y vivir
una vida significativa junto a su esposa y familiares.
Reconocer sus errores, pagar el precio y la transformación consciente del Sr.
Ramón Báez Figueroa, un reconocido empresario, una persona de poder y riquezas
económicas, de influencias socio-políticas y de la elite dominicana, es un
hito, un ejemplo casi irrepetible aquí y en cualquier parte de mundo.
Por: Tony Calderon para Ticket Express Media