MÉXICO, D.F., septiembre 14 (EL UNIVERSAL).- Una enorme copa de vino al pie de la escalinata de su avión privado es como Luis Miguel fue recibido por su agente de seguridad en Las Vegas, Nevada, el lunes pasado.
Lujo, glamour y excentricidades han rodeado la vida del artista, quien una vez más dio muestra al descender de la aeronave, impecablemente vestido, y antes de subir al auto que ya lo esperaba, recibir una copa que sostenía su guarura, según un video difundido por la cadena Univision.
Tras saludar a los fans que lo vieron desde lejos, el Sol sonrió y se dirigió al hotel donde se hospedaría.
Tequila, whisky y vodka son algunas de las bebidas que aparecen en la lista de exigencias a donde quiera que Luis Miguel va, además de cortinas negras en la habitación donde se hospeda, velas con aroma a vainilla, toallas blancas, camilla de masajes, una bicicleta fija y un chef personal.
Procedente de California, el cantante mexicano llegó a la ciudad del juego, donde ofrecerá, como cada año, una serie de conciertos en el The Colosseum del Caesars Palace, del 15 al 18 de septiembre, acompañado por 15 músicos y dos coristas.
Durante su estancia en la ciudad del juego, se dice que se reunirá con sus hijos, Miguel y Daniel, pues su ex pareja, Aracely Arámbula, también se encuentra en esa ciudad, debido a que este miércoles será honrada como la Reina de la Herencia Hispana por la Asociación Internacional de Prensa, Radio y Televisión en Las Vegas.
La actriz, quien desde el domingo viajó a aquella ciudad, será reconocida por su trabajo en la obra de teatro “Perfume de gardenia”.