Los escándalos que lleva protagonizando Rihanna (23) en los últimos tiempos empiezan a ser más numerosos que sus buenos conciertos, lo que preocupa sobremanera a sus seguidores. La caribeña lucha por mantenerse en forma en el terreno profesional dándolo todo en su gira, pero en lo personal parece que ha entrado en una espiral autodestructiva.
Las borracheras y los excesos forman parte de un cóctel del que parece no poder despegarse. Tal es así que el pasado sábado la artista tuvo que interrumpir el concierto que ofreció la pasada semana en Lisboa para vomitar, al parecer, debido a la cantidad de alcohol ingerida.
Una fuente aseguró a la revista estadounidense In Touch Weekly que Rihanna "pierde el control en las fiestas", habiéndose desinteresado por su carrera. "Estuvo fumando tanto en la fiesta que se ha hecho daño en la voz", explicó. Y es que, a pesar de estar de gira, no desperdicia ni un segundo.
"Tiene que trabajar extra debido a la cantidad de alcohol que bebe. Le han pedido que se calme, pero si no lo hace su sello discográfico pronto comenzará a amenazarla", afirmó el informador.
¿Corre realmente peligro su carrera?