Amanda de Cadenet recibió en su programa, The Conversation (La conversación), a una de las estrellas más importantes de la actualidad: Lady Gaga. Sin reparos, la cantante le confesó que la cocaína estuvo a punto de dinamitar su carrera y, lo que es peor, de acabar con su vida.
A los 19 años Gaga abandonó los estudios y se volcó al cien por cien en su gran vocación. Al ver sus expectativas frustradas, ya que no lograba obtener un contrato discográfico, cayó en una profunda depresión y empezó a consumir sustancias estupefacientes de manera desmedida.
"La droga era mi amiga. No me pasaba con otras personas. Era una manera terrible de llenar el vacío, pero (la droga) te añade vacío, porque no es real", revelaba.
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La intérprete de Bad Romance se levantó una mañana y se dijo a sí misma: "Tú no eres una artista. Si fueses una artista estarías centrada en la música y no estarías gastando dinero en ese polvo del diablo".
Siete años después la neoyorquina denuncia los peligros de las drogas y asegura que sus consumidores son "perdedores". A la diva hoy por hoy solo le preocupa su felicidad, aunque en la misma ya no tiene cabida el actor Taylor Kinney.
Gaga quiere cumplir con sus "pequeños monstruos" y se entregará en cuerpo y alma en la gira Born This Way Ball Tour, que recorrerá 21 ciudades europeas. Según Us Weekly, su intensa agenda profesional ha precipitado su ruptura y todavía no se siente preparada para dar el "sí quiero" a ningún hombre.